Mi amigo Ramiro Alarcón me pidió que presente su último libro, yo lo hice en breves palabras el pasado 27 de octubre de 2023 en la Universidad Andina Simón Bolívar. Aquí las palabras:
Lo primero que voy a decir es algo sobre el autor, Ramiro Alarcón es una persona que se creyó las promeses de Dios para su vida, creyó que Dios tiene un plan para su vida y ha procurado hacerlo realidad.
Decía Borges, que “Quevedo hubiera podido corregir una página de Cervantes, pero no hubiera podido escribirla, es más fácil corregir que escribir”. Y con toda seguridad es más fácil comentar una obra que escribirla.
De esta obra yo quiero destacar de los seguramente múltiples aspectos, varios que en mi criterio resaltan de modo especial.
1. Aunque ya el título lo dice es profundamente ecuatoriana.
Cuando Ramiro describe el barrio América, y describe una casa en él; yo digo, estuve ahí, conocí a los “dos viejos maceteros con geranios mal cuidados”, el rincón de los santos, me lavé con agua recogida el día anterior, porque no había mucha agua en Quito. Los personajes escuchan la música que amaban nuestros padres y que aún hoy nosotros escuchamos. Me reconozco en la obra y sus personajes y situaciones porque es ecuatoriana, y los lectores de nuestro país, la sentirán suya, la harán la suya, la amarán. Yo conocía a la abuelita de chalina oscura y pantuflas de tonalidad ladrillo. Los personajes son nuestros personajes, con la enorme pretensión de ser inmensamente ecuatorianos.
2. Está llena de valores
Y sobre todo quiero referirme al arte de hablar de valores, sin hablar de valores, cuando la televisión o el cine nos presenta un personaje de fe, un creyente, lo hacen casi siempre como un ser cargado de hipocresía, doble moral y enorme maldad oculta.
Ramiro nos presenta en cambio personajes que quisiéramos conocerlos, la abuela amorosa, el matrimonio que evangeliza, personas que se aman entre sí y que pueden dar amor, realmente un mérito para historias de terror.
3. La sencillez del lenguaje y la facilidad con la que se lee.
Vuelvo a recordar al maestro Borges, que dice que lo barroco es una súplica de tributo del escritor. Esta obra se aleja de lo barroco, es una obra que fluye, no hay dificultad para leerla, en tiempos en lo que lo vulgar parece impregnar todo arte, en esta se obra se resalta lo sencillo, e incluso a veces lo cándido
“… Llegó a la esquina y vio a una pareja caminando lentamente con un paraguas negro que les cubría totalmente. Se besaban. Sonrió….”
El autor dice lo que quiere decir, no abusa del adjetivo, y nos lleva de la mano por el ambiente que quiere crear.
Hoy la gente ya no teme a las brujas, más bien las admira y las consulta, hoy la gente ya no cree en los muertos que regresan, y menos si son ángeles, los escépticos algo cínicos los cambiaron por golpes fuerte de sonido, por bulla que asusta.
Yo aplaudo esta obra y termino mi intervención pidiéndoles a todos ustedes un aplauso para el autor.