Marco Aurelio, el gato de mi hija:
Querido gato ¿eres correísta? Pasas todo el día ahí durmiendo, de vez en cuando dices un miau y casi enseguida tienes tu comida proporcionada por tu figura estatal.
Querido gato ¿eres de derecha? Pasas todo el día dormido, de vez en cuando dices un miau y casi enseguida tienes tu comida proporcionada por el trabajador al que explotas.
Si me dijeras reduccionista dijeras la verdad. A diferencia tuya que pareces valorar tu soledad, los seres humanos somos gregarios y por ello nos gusta pertenecer a una tribu. La militancia hace que ubiquemos a todo aquel que critica al grupo de nuestra simpatía en el grupo radicalmente contrario.
En las redes sociales, una vez, quise valorar lo positivo del correísmo, en mi criterio por ejemplo, fue positiva la reforma universitaria que dió estabilidad laboral a los profesores de las universidades particulares y sometió a todo el sistema de educación superior a evaluación y acreditación. Me insultaron en redes de muchas maneras y no solo con el consabido "borrego".
Por otro lado, no logro entender como los seguidores del "amado gran líder" no pueden reconocer cómo este régimen se cubrió de la mierda de la corrupción y terminó apestando a excesos y abuso del poder. El fanatismo es tanto que todo se niega, si les habló de Polit dicen que fue el Contralor del 'inepto coronel" y pasan por alto que fue reelegido cuando Correa mandaba en el país y el tristemente célebre Consejo de Participación Ciudadana era su apéndice.
Me disgustan los políticos que no se posicionan, los que dicen que no tienen ideología, los que afirman como don Asad que frente a la izquierda y a la derecha el pueblo se defiende y pega con las dos manos. Demagogos, populistas, sin convicciones reales y sedientos de poder.
Posicionarse es importante, tener ideología también, pero rechazo dos cosas. La primera el fanatismo, el fanático todo lo justifica, todo lo defiende, nada lo pasa por el tamiz de la racionalidad. La segunda, el maniqueísmo, o es blanco o es negro, o eres correísta o estás con Lasso, o estás conmigo o estás contra mí.
Los lideres fanáticos llaman a levantar guerras, revoluciones, también cruzadas, (¡qué pesar!) o matas o mueres. De ese modo te utilizan, te manipulan, en nombre de la causa mayor, estás privado de pensar.
Querido gato, duerme todo el día, maúlla lo que quieras, come cuanto quieras, duerme sobre mis piernas, arruina mis cortinas afilando tus uñas, sigue siendo solo un gato, no permitas que te encasillen.
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