IMPUESTO AL LINDO

Querido Marco Aurelio:

Tokuro Morinaga propuso para el Japón, lo leí en una noticia que se publicó en el año 2012, aumentar los impuestos a los solteros de buena presencia y bajarlos a los feos. La idea es incentivar los matrimonios, en un país con una bajísima tasa de natalidad.

Yo también creo que debiera establecerse un impuesto a lindos y lindas, tú mi bello gato, estás pronto a protestar, pero escucha por favor mi razonamiento. Los lindos tienen mayores posibilidades de conseguir trabajo y por esta vía de progresar económica y socialmente. Si estás, por ejemplo, contratando una secretaria o secretario, preferirás por regla general a la persona más agraciada. Bety la fea, fue la caricatura de lo descrito en una deliciosa telenovela. Ahora bien, tan ignominiosa injusticia, de la que ahora escribo a modo de opinión, requiere de algunas gestiones urgentes:

1. Es necesario que la academia establezca las metodologías necesarias para evidenciar científicamente que los feos son un grupo históricamente discriminado, tienen menos posibilidades de trabajos que los bonitos y bonitas; y, aun teniendo trabajo ¿acaso no ganan menos?

2. Es indispensable establecer una actualización legislativa que establezca entre los grupos de atención prioritaria, a las personas menos agraciadas y determine cargas impositivas a quienes han sido más favorecidos por la naturaleza, pues no es posible que por ese solo hecho existan diferencias entre las personas.

3. Se debe iniciar una campaña que califique de fascistas o más coloquialmente “fachos” a todo el que no coincida en la necesidad de denunciar esta sociedad, sociedad …. umm hay que buscarle un calificativo llamativo más adelante.

4. Es necesario iniciar acciones judiciales para hacer valer el derecho a la igualdad formal y material de los feos.

5. Los feos organizados deben tener un día de orgullo, para evidenciar las luchas de este grupo históricamente discriminado, para hacerlo más colorido, podría unirse con la ya organizada marcha mundial de los zombies.

6. Deben establecerse cuotas de inclusión, en cada empresa, debe haber por lo menos un 10% de persona terriblemente feas, las listas electorales deben conformarse también con criterios de pariedad, y en los concursos de méritos debe garantizarse su inclusión.

7. En los temas de romance y apareamiento, donde los feos han sido de forma cultural discriminados, habrá que garantizar las políticas públicas necesarias que les garanticen o nos garanticen mejor dicho, también en este aspecto mejores condiciones de vida y acceso a una fuente de felicitad.

La discusión y la propuesta mi bello gato, no se agota aquí, pero creo era necesario que alguien la comience, pues como dice el refrán “el hombre es como el oso, mientras más feo, más fregado está”. Dixi.