Querido Marco:
Hoy ví un programa de un afamado comunicador nacional que habla sobre el tema de violencia de género. Alrededor del tema hay varias ideas y premisas falsas o equivocadas.
1. Se afirma que el 99% de casos de violencia de género no son sancionados, y se asegura que esto se debe a que el sistema de justicia no funciona en estos delitos. Aquí se obvia un elemento fundamental, la existencia de denuncias falsas y se asume que la sola denuncia es suficiente para sancionar. Se presenta la denuncia no sancionada como un ejemplo de la ineficiencia del Estado frente a la violencia de género, pero no se presenta los datos de porcentaje de denuncias no sancionadas en otros delitos a fin de determinar si es un problema direccionado a cierto tipo de delitos o es un problema del sistema en general. A propósito de denuncias falsas conocí un caso de una persona que perdió su empleo, su reputación, incurrió en grandes gastos económicos para su defensa en una denuncia de violencia de género que fue declarada finalmente falsa. ¿Quién le devuelve a este hombre su vida?
2. Se afirma que las medidas de protección no sirven, pero más allá de lo anecdotario, la persona que desobedece la orden del juez es sancionada por el delito de incumplimiento de orden legítima de autoridad. Y si centramos el problema en contar casos concretos, en el año que acaba una persona a la que acompañé en la defensa fue sancionada en estas circunstancias: Fue notificado con la prohibición de acercarse, no obstante, porque así son los seres humanos, regresó con su pareja, el retorno fue consensuado, sin embargo, a la primera discusión se activó la medida de protección, y la persona fue sancionada en supuesto delito flagrante.
3. Se pretende hacer justicia desde los medios. Los medios dictan sentencia, y eso no contribuye a una depuración de la justicia. Al final nosotros no entramos al proceso, no lo conocemos y se asume como la verdad total la voz de una sola parte. Estoy seguro que luego del programa difícilmente un juez fallará en contra de quien el comunicador ya le dio la calidad de víctima de un delito.
No estoy de acuerdo con la forma en la que se administra justicia en este país, estoy seguro que hay casos que se mueven entre amiguismo e influencias inconfesables. Sin embargo, no puedo aceptar que entrevistadores y reporteros reemplacen a jueces y fiscales.
Como siempre estimado gato, el tema no se agota en estas pocas palabras, ni con este miau, merece una profundización no sesgada, pero nadie está preocupado por la verdad, los datos son manipulados para posicionar una idea previamente dogmatizada, entonces vuelvo a recordar la frase que se atribuye a Mark Twain "existen tres tipos de mentiras, las mentiras, las malditas mentiras y las estadísticas"