Hoy viernes 15 de enero de 2021 hubo elecciones en el Colegio de Abogados de Pichincha, creo que nunca antes han existido tantas listas. La verdad no he votado en los 25 años que llevo de afiliado al Colegio, pues siempre he creído que sus directivas solo sirven para alimentar el currículum y el ego de quienes las integran y, en el tiempo de un tal señor García, también como instrumento de sus compromisos políticos. Sin embargo, este año he acudido animado por tan amplia participación y porque algunas de las listas las integran varios amigos nobles y capaces.
En todo este tiempo no he sentido que el Colegio de Abogados haya servido para algo; que el pavo, no me hace falta, que la agenda, inútil, que los cursos, hay mejores y más baratos, ¿se me olvida de algo? seguramente, ¿significativo? no.
Pero este año sí voté.
El mayor problema para los abogados, para todos los abogados, no solo los de libre ejercicio, es un sistema de justica que no funciona, juicios que en primera instancia duran años, citaciones que duran meses, etc. Si la justicia funciona, si las audiencias se fijan con premura, los abogados podemos ofrecer un servicio eficiente y por otra parte la población sabrá que no es pérdida de tiempo exigir sus derechos. Muchas personas prefieren resignarse a sufrir pérdidas económicas o morales, antes que someterse a la tortuosa y a veces kafkiana función judicial. En el año 2018 me fijaron una audiencia para el 2020, esta audiencia fue diferida por reagendamiento a causa de la pandemia, estoy esperando nueva fecha y me siento aterrorizado solo de pensar en las posibilidades. ¿Qué le digo al cliente?
Citaciones, ¡Dios! Citaciones. Más de tres meses para una citación, en lo personal creo que cuando se lo hacía mediante Correos del Ecuador funcionaba mejor, hoy volvemos a un esquema de citadores funcionarios, esquema desesperante y que, en algún momento, si es que no está sucediendo ya, animará la corrupción. Vamos a la oficina de citaciones y el diálogo con un funcionario mal humorado, será: “Haga un requerimiento” “Ya lo hice, como tres veces” “Haga otro”. Puedo seguir ejemplificando y todos los que ejercemos lo sabemos.
La Función Judicial tiene muchos otros graves problemas, pero en mi criterio, la eficiencia es gravitante.
Estimados colegas electos, ¿podrían hacer el favor de reunirse con el Consejo de la Judicatura y ver si es posible alguna mejoría?